Tras el devastador terremoto que azotó a Haití la semana pasada, el 13 de enero, en el que cientos de miles de personas han perdido la vida, las esperadas donaciones de ayuda humanitaria y suministros de socorro de emergencia han empezado a llegar desde todos los rincones del mundo.
Sin embargo, una de las efusiones más conmovedoras de empatía y ayuda ha llegado de la fuente más inesperada: De Gaza. En una región que sufre ella misma tan desesperadamente, la población de Gaza ha recogido ayuda, como mantas, alimentos, leche y el poco dinero que tienen para enviar a las víctimas del terremoto de Haití. Ver a los niños de Gaza, que ya tienen tan poco, como se unen para ayudar a personas que nunca han visto, en un país del que probablemente nunca han oído hablar, es un hecho conmovedor. Ha habido un grupo de donantes que trabajan en Gaza, tratando de recoger y enviar esta ayuda, entre ellos el Comité Popular contra el Asedio y las familias y los hijos de los presos en cárceles israelíes.
Esto demuestra el hecho de que, a pesar de todas las dificultades y los traumas a los que han estado sometidos, el pueblo de Palestina no ha perdido su humanidad. Todavía comprenden el común impulso humano de ayudar a los necesitados, sean quienes sean y estén donde estén. Esto envía una imagen muy positiva sobre el estado de la condición humana de los Gazanos.
Sin embargo, en completo contraste con esto aparece el estado de Israel, que inmediatamente se jactó de enviar ayuda y equipos médicos para asistir a las víctimas del terremoto y, sin embargo son ellos mismos los instigadores y sostenedores de una de las peores crisis humanitarias modernas en el mundo, a su propia puerta. Parece, en muchos sentidos, hipócrita que traten de promocionarse a sí mismos como una nación humanitaria y envíen equipos a la carrera por todo el mundo para ayudar a las víctimas en Haití, mientras ellos mismos están encarcelando, ocupando, abusando y mantenimiento a una nación bajo estado de sitio, estando a un tiro de piedra de donde viven.
Esto no quiere decir que no se deba enviar ayuda al pueblo de Haití desde todas las fuentes posibles, a pesar de lo corrupta y desagradable que pueda ser la fuente, sino simplemente señalar la contradicción del "humanitarismo" de Israel. Si los niños de Gaza pueden ver la importancia ayudar a otros y de llegar a ellos, entonces ¿no debería ser capaz Israel de ver la importancia de ayudar a los niños de Gaza?
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