Naciones Unidas, 18 feb (PL) A pesar de enormes presiones ejercidas por Estados Unidos para evitarlo, el Consejo de Seguridad debe votar hoy una resolución que condena la construcción de asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados.
Aunque no se ha producido un anuncio oficial al respecto, fuentes diplomáticas en la sede de la ONU aseguraron que el proyecto presentado desde hace más de un mes y auspiciado por más de 120 Estados será sometido a votación este viernes.
A última hora de anoche, el vocero oficial informó a los corresponsales que el Consejo celebrará este viernes por la tarde una sesión dedicada al tema "La situación en el Medio Oriente, incluida la cuestión palestina", que estaba prevista para la próxima semana.
Según trascendidos, el documento propuesto cuenta ya con la aprobación de 14 de los 15 miembros del órgano y solo queda por conocer la posición que asumirá Washington, cuya condición de miembro permanente le otorga el derecho de veto.
Para aislarse de la unanimidad y mantenerse del lado de Israel, la delegación estadounidense tiene además la opción de abstenerse, lo cual conlleva la adopción de la iniciativa.
Las presiones sobre los países que integran el Consejo de Seguridad provinieron incluso de la Casa Blanca, con una llamada realizada ayer por su actual inquilino, Barack Obama, al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.
Al mismo tiempo, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, insistió en su reiterado argumento de que Naciones Unidas ni ningún otro foro internacional resulta adecuado para tratar el conflicto entre Israel y Palestina.
Para la jefa de la diplomacia estadounidense, ese asunto debe ser discutido únicamente en el plano bilateral.
El texto propuesto a votación considera que toda la actividad de Israel en materia de asentamientos en los territorios ocupados, incluido Jerusalén oriental, "es ilegal y constituye un importante obstáculo al logro de una paz basada en la solución de dos Estados".
Por esa razón, condena ese tipo de trabajos por parte de Israel, "la potencia ocupante" y demanda su "cese inmediato y completo" y el pleno respeto a todas sus obligaciones legales en esa materia, según trascendidos en el cuartel general de la ONU en Nueva York.
Las intensas gestiones de Estados Unidos para evitar la votación del proyecto proponían a cambio la aprobación de una declaración presidencial del Consejo de Seguridad o de un simple resumen de la reunión del órgano, ninguna de las cuales tiene carácter vinculante.
De aplicar el veto, sería la primera vez que el actual gobierno de Obama hace uso de ese privilegio reservado a los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China).
Los otros integrantes de esa instancia son Brasil (presidente durante el mes de febrero), Colombia, Líbano, Nigeria, Gabón, Portugal, Bosnia y Herzegovina, India, Suráfrica y Alemania.
La continuación de la construcción de los asentamientos israelíes provocó en septiembre pasado la retirada de la ANP de las conversaciones de paz recién entonces reanudadas con Israel, con la mediación de Estados Unidos.
Aunque no se ha producido un anuncio oficial al respecto, fuentes diplomáticas en la sede de la ONU aseguraron que el proyecto presentado desde hace más de un mes y auspiciado por más de 120 Estados será sometido a votación este viernes.
A última hora de anoche, el vocero oficial informó a los corresponsales que el Consejo celebrará este viernes por la tarde una sesión dedicada al tema "La situación en el Medio Oriente, incluida la cuestión palestina", que estaba prevista para la próxima semana.
Según trascendidos, el documento propuesto cuenta ya con la aprobación de 14 de los 15 miembros del órgano y solo queda por conocer la posición que asumirá Washington, cuya condición de miembro permanente le otorga el derecho de veto.
Para aislarse de la unanimidad y mantenerse del lado de Israel, la delegación estadounidense tiene además la opción de abstenerse, lo cual conlleva la adopción de la iniciativa.
Las presiones sobre los países que integran el Consejo de Seguridad provinieron incluso de la Casa Blanca, con una llamada realizada ayer por su actual inquilino, Barack Obama, al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.
Al mismo tiempo, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, insistió en su reiterado argumento de que Naciones Unidas ni ningún otro foro internacional resulta adecuado para tratar el conflicto entre Israel y Palestina.
Para la jefa de la diplomacia estadounidense, ese asunto debe ser discutido únicamente en el plano bilateral.
El texto propuesto a votación considera que toda la actividad de Israel en materia de asentamientos en los territorios ocupados, incluido Jerusalén oriental, "es ilegal y constituye un importante obstáculo al logro de una paz basada en la solución de dos Estados".
Por esa razón, condena ese tipo de trabajos por parte de Israel, "la potencia ocupante" y demanda su "cese inmediato y completo" y el pleno respeto a todas sus obligaciones legales en esa materia, según trascendidos en el cuartel general de la ONU en Nueva York.
Las intensas gestiones de Estados Unidos para evitar la votación del proyecto proponían a cambio la aprobación de una declaración presidencial del Consejo de Seguridad o de un simple resumen de la reunión del órgano, ninguna de las cuales tiene carácter vinculante.
De aplicar el veto, sería la primera vez que el actual gobierno de Obama hace uso de ese privilegio reservado a los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China).
Los otros integrantes de esa instancia son Brasil (presidente durante el mes de febrero), Colombia, Líbano, Nigeria, Gabón, Portugal, Bosnia y Herzegovina, India, Suráfrica y Alemania.
La continuación de la construcción de los asentamientos israelíes provocó en septiembre pasado la retirada de la ANP de las conversaciones de paz recién entonces reanudadas con Israel, con la mediación de Estados Unidos.
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