Una alta funcionaria de Naciones Unidas denunció el día de ayer el desalojo forzado de familias palestinas en Jerusalén oriental, cuyas viviendas son ocupadas luego por colonos israelíes.
Karen AbuZayd, comisionada general de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), visitó la localidad de Sheikh Jarrah, donde ocho familias autóctonas (120 personas en conjunto) recibieron órdenes de abandonar sus hogares.
Otras cuatro ya fueron expulsadas de sus casas, las cuales pasaron a manos de colonos judíos con la ayuda y protección de las autoridades de Israel, indicó la dirigente de la ONU.
Según AbuZayd, esas cifras no reflejan el real sufrimiento humano y el trauma provocado por esos desahucios que constituyen violaciones del derecho internacional.
En Sheikh Jarrah, agregó, resulta evidente el fracaso de la comunidad internacional en su deber de cumplir lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo 61 aniversario se conmemora este jueves.
La funcionaria rechazó el pretexto de Tel Aviv de que el asunto de los desalojos pertenece al ámbito interno y debe ser ventilado con las autoridades municipales en la justicia local.
La comisionada de la ONU exigió al gobierno de Israel que permita el regreso a sus hogares de los palestinos desalojados por la fuerza y la protección de la dignidad, los derechos y libertades de esas personas.
Israel es la potencia ocupante de territorios palestinos y por lo tanto tiene la responsabilidad de satisfacer las necesidades de la población, apuntó.
La ONU hizo ayer un llamamiento para recaudar 664 millones de dólares para cubrir los requerimientos humanitarios de la población palestina de la Franja de Gaza, Jerusalén oriental y la ribera occidental.
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