La batalla por Jerusalén se traslada a Bruselas. Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) culminan este domingo una semana de intensas presiones para que los ministros de Exteriores de la Unión Europea rechacen o aprueben la iniciativa de Suecia: la declaración de Jerusalén Este como capital del futuro Estado palestino, el reconocimiento por primera vez de forma oficial de la división de la ciudad santa como solución al conflicto y el apoyo a una posible declaración unilateral de independencia palestina.
"El objetivo de las negociaciones es la creación de un Estado palestino independiente y democrático que tenga continuidad territorial e incluya Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este como capital (..) Nunca hemos reconocido la anexión de Jerusalén Este. Para conseguir una paz verdadera, debe encontrarse un camino para resolver el status de Jerusalén como capital de los dos Estados", se lee en el borrador del documento que insinúa el reconocimiento de la UE a una declaración unilateral del Estado palestino. Una posibilidad planteada por el liderazgo de Ramala ante el estancamiento del proceso de paz.
Israel (considera Jerusalén como su capital "eterna e indivisible") y la ANP (aspira que sea la capital de su Estado) compiten en una vasta campaña diplomática para ganarse el corazón y el voto de los líderes europeos convocados el lunes y martes. En juego, el cambio de la posición internacional sobre el llamado "centro del mundo" y convertido en sagrada fuente de conflicto entre las partes.
Relación con países de la Unión Europea
Según el diario israelí Haaretz -que reveló en exclusiva la propuesta sueca- el primer ministro, Benjamín Netanyahu, encabeza los intentos por convencer a Europa. En los últimos días, ha conversado con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés Nicolas Sarkozy y el jefe del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero.
"La Unión Europea no debe establecer por anticipado los resultados de las negociaciones para un acuerdo definitivo entre Israel y la ANP", le dijo Netanyahu a Zapatero en la conversación telefónica mantenida el pasado jueves. Israel concede gran importancia al voto español por una sencilla razón: España ocupará en enero la presidencia europea. Madrid es consciente que el documento sueco, si se vota tal y como aparece en su borrador, no facilitará sus gestiones como mediador.
Según Netanyahu, los dirigentes europeos deberían centrarse en pedir al presidente palestino Abu Mazen que regrese a la mesa de las negociaciones. "Netanyahu ha reconocido la solución de dos Estados y ha anunciado en una decisión sin precedentes congelar durante diez meses la construcción en las colonias. Abu Mazen negoció con Ehud Olmert sin esta moratoria. La posición palestina no es lógica", se quejan en la Oficina del primer ministro israelí.
Acusan a Suecia. "Es la primera vez que una presidenta de turno de la UE no visita Israel en su semestre de mandato. Suecia tiene una clara política antiisraelí y parcial que perjudica a la posición europea como mediadora equilibrada en el proceso de paz. ¿Por qué no intenta convencer a Abu Mazen para que acepte negociar?", nos pregunta un alto funcionario israelí de Exteriores.
La ANP, por su parte, no se fía de los rumores e indicios sobre una victoria en la votación y también ejerce una campaña de convencimiento. "No deben ceder a las presiones de Israel", dijo el primer ministro palestino, Salam Fayad a los representantes europeos en Ramala y Jerusalén Oriental, con los que se reunió el jueves.
Con la ayuda de los países árabes, los palestinos intentan asegurarse el éxito de la propuesta sueca. En una entrevista al diario palestino Al Ayam, el ministro de Exteriores, Riad Malki, declaró: "Es una de nuestras prioridades. La decisión de la UE impulsará el proceso de paz y la trataríamos de trasladar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". Fuentes de la Liga Arabe, sin embargo, afirman que "se tratan solo de palabras vacias. Suecia quiere solo dejar su sello antes de abandonar la presidencia de la UE".
Abu Mazen, por su parte, ha transmitido a la comunidad internacional que no volverá a la mesa de negociaciones hasta que Netanyahu no amplíe el freno de la construcción a Jerusalén Oriental. Los palestinos se quejan que la congelación anunciada por Israel excluye Jerusalén Este así como los edificios públicos y las 3.000 viviendas en Cisjordania que empezaron a construirse antes de la moratoria.
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