"El Gobierno israelí mantiene el control sobre los recursos hídricos de los territorios palestinos ocupados", declaró el director del programa para Oriente Próximo de Amnistía Internacional, Malcolm Start. "A los palestinos sólo se les permite acceder a una pequeña parte de los suministros casi ilimitados con que cuentan los asentamientos ilegales israelíes", añadió.
Ejemplo de ello es la aldea de Tuwani, situada en las montañas que rodean Hebrón, en el sur de Cisjordania. "La aldea, al igual que otras comunidades palestinas de la zona, sigue desconectada de la red de aguas que suministra a los asentamientos ilegales israelíes cercanos", según AI.
Los habitantes dependen de las cisternas para recoger tanto el agua de la lluvia y como la que compran a los camiones. Pese a ello, según AI, el Ejército israelí ordenó el pasado mes de diciembre la demolición de una cisterna que habían construido los vecinos de la aldea. A principios de este mes, los habitantes de Tuwani solicitaron permiso para conectarse a la red de aguas que pasa por la zona, pero las autoridades militares israelíes rechazaron la petición.
Aparte, los vecinos de la aldea de Beit Ula también sufren graves problemas de suministro desde que el Ejército destrozó, en 2008, nueve cisternas para la recogida del agua de lluvia. Las cisternas, adjudicadas cada una a una familia, habían sido construidas en junio de 2006 en el marco de un proyecto agrícola financiado por la UE.
Amnistía Internacional también ha constatado que el Ejército había destruida en la aldea cisjordana de Daraj al Hathaleen otras nueve cisternas que habían sido construidas sin permiso de las autoridades israelíes. Israel ha impuesto un complicado sistema de permisos que obliga a los palestinos a acudir al Ejército y a otras autoridades para poder llevar adelante sus proyectos hidráulicos. Según AI, "estos permisos suelen rechazarse o deben esperar largos aplazamientos".
Franja de Gaza
Asimismo, Amnistía Internacional indicó hoy que entre el 90 y el 95 por ciento del agua de la Franja de Gaza no es apta para el consumo humano. Un informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU advirtió, el pasado 17 de marzo, de que la situación sanitaria en Faza sigue siendo "peligrosa". Aparte, el bloqueo militar impuesto por Israel en la Franja de Gaza impide la entrada del material necesario para mantener la infraestructura hídrica.
"Se ha privado a cientos de miles de palestinos del derecho a una vida normal, a una alimentación, una vivienda, una sanidad y un desarrollo económico adecuados", declaró Malcolm Smart. "Israel debe asumir la responsabilidad de garantizar que los palestinos reciben la parte que les corresponde de los recursos hídricos compartidos", agregó.
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