martes, 24 de marzo de 2009

Jerusalén como capital cultural del mundo árabe




Los Ministros árabes de la Cultura y de la Organización árabe por la educación, la cultura y las ciencias (la Alecso) decidieron hace tres años elegir a Jerusalén como capital de la cultura árabe para el 2009, tras el nombramiento de Damasco en 2008.
Esta decisión simbólica fue confirmada en 2007 por esta reagrupación regional de los países árabes en la UNESCO.
El objetivo es “afirmar la identidad árabe y plural de Jerusalén”, así como “revelar la ocupación de la ciudad por Israel y su política de judeización”.
Según Ahmed Dari, director del proyecto y delegado adjunto de la UNESCO para Palestina, “Al-Quds, capital de la cultura, no es un proyecto palestino, sino un proyecto árabe”. Inicialmente previstas para el mes de enero, las festividades fueron pospuestas por la guerra en la Franja de Gaza.
Este sábado 21 de marzo fue el pistoletazo de salida de este festival. Adnan al-Husseini, un responsable palestino que coopera en la organización de las festividades, afirmó que la ciudad santa era “la capital de Palestina y más que nunca la capital árabe de la cultura”.
Una declaración no tolerada por Israel que no ve en esta reunión nada cultural sino una manifestación política destinada a demostrar que Jerusalén es una ciudad árabe.
Ahora bien, según la legislación israelí, Jerusalén es la capital de Israel y la Autoridad Palestina no tiene el derecho de organizar acontecimientos dentro del territorio del Estado judío. Esta es la razón por la cual la policía se encargó de dispersar las reuniones, y prevenir posibles desordenes.
Durante una de estas intervenciones, los policías israelíes descubrieron una gran antorcha importada de Siria y que debía ser encendida en la ciudad santa. Intervenciones que, a pesar de ser legales, son utilizadas por los dirigentes árabes que alegan que “el inquilino prohibe las iniciativas puramente culturales”.
Siendo así, el número dos de la Liga Árabe denunció un “nuevo crimen más en la larga lista de los crimenes cometidos por Israel para judeizar Jerusalén”.
Mohammad Baraka, jefe del “frente democrático por la paz y la igualdad en los territorios ocupados” calificó la política israelí de “ataque contra la libertad política, contra las manifestaciones culturales y contra el humanismo”.
Por último, el diputado árabe israelí, Ahmad Tibi, declaró que: “imagino que la ocupación se siente amenazada por la cultura palestina. Es una lucha entre la policía de la ocupación y las canciones de paz siendo que las canciones ganarán al final”.
En cualquier caso, los palestinos pudieron festejar en Jerusalén y expresar su cólera contra Israel con total libertad fuera del territorio israelí.
La prueba es la intervención del Presidente de la Autoridad palestina Mahmud Abbas, que, durante un coloquio en Belén, garantizó que “la ocupación desaparecerá para siempre de Jerusalén” y de las tierras palestinas. Añadió que “el apartheid y la barrera de seguridad desaparecerán también”.
Fuente: Webislam

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