domingo, 15 de mayo de 2011

63 años de vidas robadas, Al Nakba


Quien mejor que Mahmud Darwish que tuvo que dejar su tierra, por él y por todos este su poema, Pasajeros entre palabras fugaces, traducido por M. Luisa Prieto
Pasajeros entre palabras fugaces:


Cargad con vuestros nombres y marchaos,

Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,

Tomad lo que queráis del azul del mar

Y de la arena del recuerdo,

Tomad todas las fotos que queráis para saber

Lo que nunca sabréis:

Cómo las piedras de nuestra tierra

Construyen el techo del cielo.



Pasajeros entre palabras fugaces:

Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,

Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,

Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,

Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,

Pero el cielo y el aire

Son los mismos para todos.

Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,

Entrad a la fiesta, cenad y bailad...

Luego marchaos

Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires

Y vivamos como queramos.



Pasajeros entre palabras fugaces:

Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero

No paséis entre nosotros cual insectos voladores

Porque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.

Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerpos

Y tenemos, aquí, lo que no os gusta:

Piedras y pudor.

Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades

Y devolved el esqueleto a la abubilla

En un plato de porcelana.

Tenemos lo que no os gusta: el futuro

Y lo que sembramos en nuestra tierra.



Pasajeros entre palabras fugaces:

Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,

Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oro

O al horario musical del revólver

Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.

Y tenemos lo que no os pertenece:

Una patria y un pueblo desangrándose,

Un país útil para el olvido y para el recuerdo.



Pasajeros entre palabras fugaces:

Es hora de que os marchéis.

Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.

Es hora de que os marchéis

A morir donde queráis, pero no entre nosotros

Porque tenemos trabajo en nuestra tierra

Y aquí tenemos el pasado,

La voz inicial de la vida,

Y tenemos el presente y el futuro,

Aquí tenemos esta vida y la otra.

Marchaos de nuestra tierra,

De nuestro suelo, de nuestro mar,

De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,

De todo... marchaos

De los recuerdos de la memoria,

Pasajeros entre palabras fugaces.

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