miércoles, 20 de mayo de 2009

Felicidades Palestine Think Tank por un año de lucha junto al pueblo palestino

De este mi humilde blog, los felicito y saludo.

Me voy a tomar el atrevimiento de copiar unos párrafos que corresponden a mi mismo sentir:

He estado escribiendo sobre el conflicto desde 2001. Al principio me hice muy popular aquí en Gran Bretaña. Me consideraban como el “judío bueno por antonomasia”. The Guardian me pedía que escribiera sobre jazz. La BBC que compusiera música pacifista. Los denominados “judíos antisionistas” reservaban por adelantado asientos para mis conciertos semanales, a la espera de que pronto me uniese a ellos para manipular y someter el movimiento por la paz. Es más que evidente que no apostaron de ningún modo por el caballo ganador.

No sucedió. No había pasado mucho tiempo cuando que me di cuenta de lo obvio: Israel era el Estado judío. Supe también que el sionismo era una continuación de la judeidad. Me di cuenta de que sionismo y antisionismo judío son ideologías supremacistas que ofrecen preceptos de orientación racista. Comprendí que la guerra en Iraq servía a los intereses israelíes. Y que en los ambientes de izquierda, que en un principio se habían apresurado a acogerme, no podía decir estas cosas. De manera trágica y devastadora, averigüé que la izquierda en Gran Bretaña estaba gestionada como si fuese un asunto privado tribal judío. No me interesaba. Yo, obviamente, no quería funcionar como judío [*]. Ni siquiera como un judío bueno o un judío marxista. Me había ido de Israel por una razón. Lo hice porque estaba decidido a unirme a la humanidad como un miembro más, o al menos a intentarlo. Ser un “elegido” no me atraía en absoluto y, cuanto más lo pensaba, más ridículo me parecía el concepto de socialistas elegidos.

Quería decir lo que pienso y lo que siento. Pero tenía muy claro que la solidaridad palestina distaba de ser un discurso libre. Había demasiadas cosas que no podíamos decir o expresar.

Soy un músico de jazz. No sólo creo en la libertad, sino que la libertad es mi pan nuestro de cada día. Al igual que trato de reinventarme noche tras noche en clubes y salas de conciertos de todo el mundo, para mí, llegar a comprender el conflicto israelo-palestino es afrontar las cosas con valentía: revisar mis conceptos y reinventarme intelectual y éticamente, no ir repitiendo un mantra predeterminado. Para mí, comprender el conflicto es un acto de autorreflexión. Para mí, criticar el poder judío es ante todo mirarme en el espejo y darle un tortazo al judío que llevo dentro. Para mí, liberar Palestina es también liberar el discurso de la solidaridad con Palestina de la hegemonía judía.

Eso es exactamente lo que estamos tratando de hacer en PTT. Para un movimiento de resistencia, es triste la grave escasez de discurso intelectual que sufrimos. Ése es el resultado de años y años de devastadoras estrategias de censura. Lo confieso, probablemente haya fracasado a la hora de liberar siquiera a un sólo palestino, pero sé que en PTT nos las hemos arreglado para introducir una forma libre de discusión intelectual. No nos asustamos de tratar ningún tema determinado. Con toda naturalidad nos ocupamos del poder judío y la identidad judía. Hablamos de sionismo global. Obviamente, evitamos cualquier referencia racial al judaísmo, lo cual es algo bastante fácil si se tiene en cuenta que los judíos no son una raza.

He sabido recientemente por la página de la Autoridad Palestina que PTT es una de las páginas políticas más leídas en lengua inglesa de Palestina, con casi cinco mil visitas diarias. Sé que en un cibercafé de un campo de refugiados del Líbano tienen a PTT como página de bienvenida por defecto. Eso lo hemos conseguido en sólo un año. Estoy orgulloso y quiero agradecerlo a todos quienes nos han ayudado a lograrlo. Contamos con demasiados escritores como para poder mencionarlos a todos aquí. Quisiera dar las gracias a los numerosos sitios web y blogs que difunden nuestro material. A la adorable Tlaxcala, que traduce nuestros textos, a veces incluso antes de que los publiquemos. En lo que respecta a los anticuados medios de comunicación, desde luego tienen problemas. Nosotros contamos con mejores analistas, mejores escritores, lectores fieles, una red de defensores y traductores, pero lo más importante de todo es que la verdad está de nuestro lado.

Si libertad es ante todo libertad de espíritu, empecemos por ahí. La liberación de Palestina se nos dará por añadidura.

Gilad Atzmon, en Tlaxcala, traducido por Carlos Sanchis

La negrita es mía

1 comentario:

  1. Esta frase, comprender el conflicto es un acto de reflexión, es la clave.

    Excelente.

    Gracias

    Silvia de Perú

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