viernes, 26 de junio de 2009

Aviso público – Esperando para zarpar de Chipre

Esta no es la declaración que nosotros, personas del Movimiento Free Gaza, pensábamos publicar hoy. Habíamos confiado poder anunciar que nuestras dos embarcaciones, el Free Gaza y el Spirit of Humanity, hubieran zarpado del puerto de Larnaca en una travesía de 30 horas hacia la sitiada Gaza, llevando activistas de derechos humanos que habían viajado a Chipre desde todas las partes del mundo para este viaje, 3 toneladas de suministros médicos y 15 toneladas del tan necesario cemento y material de reconstrucción.

La premio Nobel de la Paz Mairead Maguire, al regreso de su segundo viaje a Gaza a bordo de una de nuestras embarcaciones, dijo: “[el pueblo de Gaza ] debe saber que nosotros ni les hemos olvidado ni les olvidaremos”.

Esa era nuestra esperanza, pero no es lo que ha sucedido.

En lugar de ello, a nuestros barcos no se les ha dado permiso para zarpar hoy debido a preocupaciones por nuestro bienestar y seguridad. Nuestros amigos de Chipre nos dicen que la travesía a Gaza es demasiado peligrosa y están preocupados de que podamos sufrir daños en el mar.

Chipre ha sido un país maravilloso para el Movimiento Free Gaza durante estos últimos diez meses. Los chipriotas conocen de primera mano las terribles consecuencias de la ocupación. Conocen demasiado bien lo que es sufrir a causa de la violencia, la injusticia y el exilio. Desde nuestra primera travesía para romper el asedio de Gaza, las autoridades chipriotas han sido extremadamente útiles y han comprendido nuestros objetivos e intenciones. El viaje a Gaza es peligroso. La marina de guerra israelí atacó nuestro barco insignia, el Dignity, cuando intentamos entregar suministros médicos a Gaza durante su ataque despiadado de diciembre/enero. Israel ha amenazado con anterioridad abrir fuego contra nuestros barcos no armados, antes que permitirnos entregar ayuda humanitaria y suministros de reconstrucción al pueblo de Gaza.

Los riesgos que corremos en estos viajes son minúsculos comparados con los riesgos impuestos cada día a la población de Gaza.

El propósito de la acción directa no violenta y de la resistencia civil es correr riesgos: ponernos a nosotros mismos “en el camino, como un obstáculo” a la injusticia. Corremos estos riesgos bien conscientes de cuáles pueden ser las posibles consecuencias. Hacemos esto porque las consecuencias de no hacer nada son mucho peores. En cualquier momento nos permitimos ponernos en riesgo de ser intimidados, cada vez que pasamos cerca de algo malo y lo ignoramos: bajamos nuestros estándares y permitimos que nuestro mundo sea mucho más cruel e injusto para todos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario