sábado, 21 de noviembre de 2009

Palestinos condenan la provocadora construcción de 900 casas en Jerusalén Este


Ramallah, 18 nov (dpa-RHC) La Autoridad Nacional Palestina condenó hoy la decisión del gobierno israelí de construir 900 viviendas en el asentamiento judío de Gilo, situado en Jerusalén Este y ocupado por Israel en 1967.

El anuncio de ampliar las colonias en territorios ocupados palestinos "destruye todas las posibilidades de avanzar hacia el inicio de un proceso de paz", dijo hoy en Ramallah Nabil Abu Rudeineh, portavoz de la presidencia palestina, en un comunicado.

El portavoz afirmó que la decisión de Israel no es más que un "claro mensaje" dirigido a la administración estadounidense y "condenó" la política del gobierno de Netanyahu, que ha sido duramente criticada por Estados Unidos y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.

Mientras la Casa Blanca se mostró el martes "consternada" por el plan, según declaraciones del portavoz Robert Gibbs, Ban coincidió con Washington en criticar esta decisión en el mismo momento en que tratan de ponerse en marcha nuevas negociaciones de paz.

El barrio de Gilo, de unos 35.000 habitantes y situado entre Jerusalén y la ciudad de Belén, es reivindicado por la municipalidad de Jerusalén y el gobierno israelí como territorio bajo soberanía judía y no como un asentamiento.

Mientras para ellos "construir en Gilo es como construir en cualquier otra ciudad israelí como Tel Aviv", según afirman por teléfono fuentes del gobierno israelí, la historia recuerda que se trata de un territorio ocupado por Israel en 1967, en el que se construyó en 1971 y que se encuentra en Jerusalén Este, parte de la ciudad que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado.

La decisión de la municipalidad de Jerusalén es para varios funcionarios del gobierno palestino una "clara intención de impedir la construcción del futuro Estado palestino". Mientras, el alcalde de Jerusalén dice que se trata de la construcción de viviendas "sin discriminación entre judíos, musulmanes o cristianos".

El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha insistido en la congelación de las construcciones judías en territorios ocupados antes de sentarse a negociar con Israel, y todo apunta a que el paso dado el martes por Israel podría ser determinante para la ruptura del diálogo diplomático entre Estados Unidos, israelíes y palestinos.

Las negociaciones atraviesan uno de los momentos más críticos desde que este domingo de los palestinos anunciaron su intención de acudir a la ONU para recabar apoyos a la declaración unilateral de un Estado independiente.

Jerusalén se cuenta entre los puntos más conflictivos del conflicto palestino-israelí, junto al trazado de fronteras de un futuro Estado palestino y el destino de 4,5 millones de refugiados y desplazados palestinos.

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