
La joven, de 17 años, murió como consecuencia de un proyectil de artillería que el Ejército israelí disparó contra el campo de refugiados de Al-Bureij, en el corazón de la franja, informaron fuentes médicas palestinas.
Como consecuencia de este y otros proyectiles, aseguran las fuentes consultadas, resultaron heridas entre tres y once personas cuya identidad no ha sido facilitada.
La seguridad palestina en Gaza, franja controlada por el movimiento islamista Hamás, sostiene que los israelíes bombardearon la parte este de Al-Buriej después de que milicianos dispararan contra una fuerza israelí que había entrado en su territorio.
Por su parte, el Ejército israelí desmintió haber entrado en la franja y asegura que sus soldados respondieron con morteros y armas automáticas a un ataque contra una patrulla de vigilancia que recorría una carretera paralela a la frontera.
En las últimas semanas milicianos palestinos han disparado en varias ocasiones contra patrullas israelíes, y en otro incidente más reciente lanzaron un proyectil de mortero contra una comunidad rural fronteriza.
A principios de junio cuatro milicianos palestinos murieron en un ataque contra la terminal fronteriza de Nahal Oz, donde, según la versión del Ejército, trataron de secuestrar a un soldado.
El suceso fronterizo sigue a la publicación de un informe hoy por Amnistía Internacional en el que acusa de crímenes de guerra tanto a Israel como a las milicias palestinas, sobre todo a Hamás, por atacar blancos civiles de forma indiscriminada.
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