jueves, 16 de julio de 2009

Una ONG afirma que el ejército israelí usó civiles como escudos humanos en Gaza

Los soldados israelíes que combatieron en Gaza utilizaron civiles como escudos humanos y recibieron instrucciones de disparar sin preocuparse de las consecuencias, según testimonios de soldados hechos públicos este miércoles por una ONG israelí.

En su informe, la organización de soldados veteranos 'Breaking the Silence' revela las "prácticas aceptadas" en el ejército israelí.

Se trata, según esta ONG, de "la destrucción de cientos de casas y mezquitas sin que esto tenga objetivos militares, del empleo de fósforo (blanco) en dirección de zonas pobladas, la muerte de víctimas inocentes asesinadas con armas ligeras, la destrucción de propiedades privadas y (...) una atmósfera permisiva en la estructura de mando que permitió a los soldados actuar sin obligaciones morales".

El documento se compone de testimonios anónimos de 30 soldados que combatieron en la ofensiva israelí en Gaza, del 27 de diciembre al 18 de enero pasado.

"Los testimonios prueban que la forma inmoral en la que se llevó a cabo la guerra se debió a los sistemas establecidos y no a los soldados individualmente", afirmó Mikhael Manekin, de 'Breaking the Silence'.

El ejército israelí rechazó estas acusaciones, afirmando en un comunicado que según sus propias investigaciones, "está claro que los soldados de las fuerzas armadas israelíes operaron de acuerdo con las leyes internacionales y las órdenes que recibieron, a pesar de combates difíciles y complejos".

"Muchos de los testimonios son anónimos y carecen de detalles que permitirían al ejército investigar, confirmarlos o recusarlos", añade.

La ofensiva del ejército israelí en la Franja de Gaza causó más de 1.400 muertos, de los cuales más de 900 eran civiles, y unos 5.000 heridos palestinos, según un balance de los servicios médicos palestinos. Del lado israelí murieron diez militares y tres civiles, según cifras oficiales
AFP

Otro artículo de EFE
Una veintena de soldados israelíes que participaron en la última ofensiva en Gaza denuncian la brutalidad de la fuerza militar empleada, la no distinción entre combatientes y civiles y la ausencia total de restricciones a la hora de disparar.
La ONG israelí «Rompiendo el Silencio» ha difundido hoy los testimonios de 26 soldados que participaron en la operación Plomo Fundido (entre el 27 de diciembre y el 18 de enero y en la que murieron 1.400 palestinos, en su mayoría civiles), para abrir un debate sobre el comportamiento del Ejército.
«En Gaza se impuso, ante todo, que las tropas no corriesen absolutamente ningún riesgo», explica el director de esta organización, Yehuda Shaul, un militar en la reserva para quien lo ocurrido debe interpretarse a la luz de la derrota israelí en el sur de El Líbano en 2006.
Shaul destaca que los testimonios recogen la ausencia total de reglas para el combate, lo que derivó en una libertad absoluta de muchos soldados para disparar a cualquier palestino, civil o no.
«No había límites. Todo el que hubiese ahí era enemigo», explica Shaul, que añade que las instrucciones en muchos casos fueron: «Entrad y disparad contra todo».
Un militar asegura: «No había que tener ninguna consideración hacia los civiles, disparábamos a todo el que viésemos. Se nos repetía que las consideraciones humanitarias no tenían cabida: No dejéis que la moralidad sea un problema. Dejad las pesadillas para luego y ahora simplemente disparad»
Otro joven se lamenta de «el odio y la alegría de matar» entre las tropas. «Toda esa destrucción, todo ese fuego contra inocentes (...) era simplemente increíble», dice este uniformado cuyo batallón, explica, estaba formado por «sesenta chicos de entre 19 y 20 años para quienes la vulgaridad y la violencia son una forma de vida» y donde «no había nadie para reprimirte».
Otro califica el fuego de artillería israelí de «demencial» y reconoce: «Estábamos matando inocentes». «Las instrucciones eran claras: si tienes dudas, mata», declara otro joven militar, a quien se le instruyó que la ofensiva era «una guerrilla urbana y en una guerrilla urbana todo el mundo es tu enemigo, no hay inocentes».
«Ni una casa intacta»Los combatientes también describen la destrucción gratuita de viviendas y cómo no se dejaba «ni una sola casa intacta».Un soldado que operó un cañón de tanque en el noroeste de la franja asegura que si tenía que girar y no había visibilidad «se disparaban doce bombas a las casas de alrededor y se continuaba».
En dos semanas de ofensiva, asegura haber disparado cincuenta bombas, 32 cajas de munición de ametralladora de tamaño mediano (más de 7.000 disparos), 20 explosivos de mortero de 60 milímetros y 300 cargas de ametralladora pesada Browning 0.5. «Y eso es sólo un tanque: había más de doscientos», añade Shaul.
Los soldados describen la muerte de civiles en casos en que era fácilmente evitable, como la de un anciano al que se disparó cuando estaba escondido en el hueco de la escalera de su casa.
Críticas al Rabinato militarAlgunos militares destacan, sorprendidos, el papel del Rabinato Militar, y en concreto del departamento Conciencia Judía para un Ejército Israelí Ganador, desde el que se inspiraba a las fuerzas con expresiones como: «No tengas compasión, Dios te protege y todo lo que haces está santificado».
Los rabinos extendieron entre las tropas la noción mesiánica de que libraban una «guerra santa» en la que los «hijos de la luz», luchaban contra los palestinos, «hijos de la oscuridad».
En Gaza, concluye Shaul, «el Ejército israelí abandonó todos sus valores morales y actuó en contra de su propio código ético», algo que para él merece, cuando menos, un debate para que la sociedad decida si éste es el Ejército que quiere tener.

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