La continuada política israelí de judaizar Jerusalén oriental, con el objetivo de ganar terreno antes de que se decida el futuro de esa parte de la ciudad, ha dejado a decenas de palestinos sin hogar y durmiendo en las calles.
Cientos más están en riesgo. Los colonos judíos estarían usando documentos falsos para quedarse con las viviendas.
La policía israelí ha desalojado a 53 refugiados palestinos de sus hogares en el suburbio de Sheikh Jarrah, incluyendo a 20 niños y niñas. Muchos sufrieron heridas durante la expulsión. Los refugiados eran de las familias Hanoun y Al Ghawi.
A comienzo de agosto, el barrio fue sometido a un duro cerco y declarado zona militar. A los periodistas se les impidió ingresar, y los que filmaron de lejos fueron reprimidos por los soldados o la policía.
Las pertenencias de las familias Hanoun y Al Ghawi fueron lanzadas en una calle cercana. Poco después, la policía ayudó a los colonos judíos a ingresar a las viviendas evacuadas.
Toda la familia Hanoun duerme ahora en un colchón sobre el pavimento de la calle de su antiguo hogar, mientras observa a los colonos entrar y salir de él.
"Los colonos nos lanzaron piedras, y nos insultaron", contó Maher Hanoun, uno de los desalojados.
Incluso, intentaron obtener una orden judicial para obligar a las familias expulsadas a que corrieran su campamento en la calle, pero la corte señaló que éstas podrían permanecer allí mientras no los "acosaran".
Los Hanoun y otras familias palestinas en la misma situación ahora dependen de la buena voluntad de los vecinos para comer y acceder a un baño.
"Es muy duro ver a extraños mudándose a tu casa, de donde te han expulsado con tus tres hijos, especialmente cuando sabes que la casa no les pertenece", dijo Nadia Hanoun, de 43 años.
"Es humillante e incómodo vivir en la calle. No tenemos privacidad. Ni siquiera puedo ducharme ni usar el retrete sin pedir permiso", añadió.
"Mis hijos tendrían que volver a la universidad y a la escuela, pero no tienen dónde estudiar", dijo Nadia a IPS.
Los hogares de los Hanoun y los Al Ghawi fueron construidos por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo y por el gobierno de Jordania en 1956.
Las viviendas, como tantas otras, fueron edificadas específicamente para albergar a 28 familias palestinas refugiadas que habían huido de Israel o fueron desterradas durante la guerra que siguió a la creación del Estado judío en 1948.
El alcalde de Jerusalén, Uri Lupolianski, destacó los esfuerzos para judaizar el barrio de Wadi Joz, en Jerusalén oriental, en una carta al Ministerio de Vivienda en 2004.
"Dividir en zonas el barrio para una población judía probablemente contribuirá significativamente a la unificación de la ciudad. La medida fortalecerá el vínculo entre los barrios judíos y las instituciones en el área del Monte Scopus, en la zona oriental de la Ciudad Vieja", señaló.
Cuando Israel anexó y ocupó Jerusalén oriental luego de la guerra de los Seis Días, en 1967, adoptó una serie de procedimientos legales y administrativos para tomar control de la tierra.
En 1982, varios grupos de colonos israelíes presentaron un supuesto documento de 1875 (cuando la zona era parte del Imperio Turco Otomano) ante el Registro de Tierras Israelí, reclamando la propiedad de los hogares de la familia Hanoun y Al Ghawi.
Pero la guerra de Gaza en enero y las ácidas relaciones de Israel con Turquía les permitieron a los abogados de los Hanoun acceder a archivos otomanos que demostraron, según las autoridades turcas, la falsedad del documento presentado por los colonos.
Cuando la familia Hanoun recibió la orden de desalojo en febrero, su abogado presentó ante la Suprema Corte Israelí nueva evidencia de las autoridades turcas, jordanas e islámicas.
Pero el tribunal mantuvo la orden, señalando que el asunto había sido tratado dos años tarde, pues las disputas sobre propiedad de tierras tienen que resolverse dentro de los 25 años desde que se presenta por primera vez el caso ante la justicia.
"Si la familia hubiera sabido sobre el documento falsificado, habría llevado el caso a la justicia dos años atrás. Pero sólo se supo este año, cuando las autoridades turcas empezaron a colaborar más", dijo a IPS el abogado de la familia, Hosni Al Hussein. Sin embargo, Al Hussein está decidido a seguir peleando. "Ahora estamos trabajando para presentar nueva documentación ante los tribunales israelíes, confirmando que los papeles usados por los colonos eran fraguados", indicó.
Los Al Ghawi y los Hanoun han recibido apoyo de varios grupos internacionales, así como la simpatía de muchos israelíes que los visitaron y durmieron junto a ellos.
No obstante, las familias no son muy optimistas sobre las posibilidades de regresar a sus casas.
"Puede ser demasiado tarde para nosotros volver a nuestra casa, pero luchar para poner fin a esto no es algo sobre nuestra familia, sino sobre los cientos de otros palestinos que han sido desalojados y que serán desalojados en el futuro como parte de la política israelí de limpieza étnica", dijo Maher a IPS.
Mientras, las autoridades israelíes multaron a los Hanoun por más de 50.000 dólares por haberse negado a dejar su casa "voluntariamente", y cada día que se niegan a pagar se añaden intereses.
La policía también está vigilando las familias sin hogar constantemente. Las patrullas pasan varias veces al día por el lugar donde acampan.
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), 475 palestinos en el barrio de Sheikh Jarrah están en riesgo de ser desalojados.
La OCAH señala que los colonos intentan construir 540 unidades de vivienda ilegales en el área. Esta cifra no incluye otras zonas de Jerusalén oriental.
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