Jerusalén, 2 ago (RHC)-- La policía israelí expulsó a dos familias palestinas de sus casas en un barrio árabe de Jerusalén, para entregarlas a familias judías, lo que ha provocado una ola de protestas de la comunidad internacional.
Los agentes echaron abajo las puertas de ambos domicilios y sacaron a sus inquilinos con el pretexto de cumplir con una resolución del Tribunal Supremo israelí, dictada la semana pasada.
El enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Robert Serry, emitió un duro comunicado en el que condena la inaceptable evacuación, destinada a permitir a colonos judíos tomar posesión de esas propiedades.
El desalojo tiene lugar semanas después de que las autoridades israelíes aprobaran un controvertido proyecto de construcción, en la parte oriental de Jerusalén, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
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