No creo que Mahmud Darwish necesite homenajes, el mismo es el homenaje a la poesía, a su pueblo, al exilio , al amor.
Hoy a un año de su muerte, nada mejor que recordar a este hombre que expresó el sufrimiento de su Palestina a través de la poesía.
Poeta de un lugar y de un tiempo, hoy los trasciende para convertirse en grito de lucha, de denuncia y dolor.
Mahmud Darwish se suma a otros que también supieron de guerra y exilio, José Martí, cubano, Pablo Neruda, chileno, Mario Benedetti, por citar a algunos.
Enamorado de Palestina, o apasionado quizás porque solo una gran pasión puede hacer brotar versos que describen mejor que una imagen el profundo dolor, la muerte y la opresión de un pueblo que se desangra.
Escribe
que soy árabe;
que robaste las viñas de mi abuelo
y una tierra que araba,
yo, con todos mis hijos.
Que sólo nos dejaste
estas rocas...
¿No va a quitármelas tu gobierno también,
como se dice?... (Carta de Identidad)
Para nuestra patria…
Para nuestra patria cautiva,
La libertad de morir consumida de amor.
Piedra preciosa en su noche sangrienta,
Nuestra patria resplandece a lo lejos
E ilumina su entorno...
Pero nosotros en ella
Nos ahogamos sin cesar. (Para nuestra patria)
Aquellos que pasais entre las palabras errantes,
De vosotros es la espada… De nosotros, la sangre
De vosotros son el acero y el fuego… De nosotros, nuestra carne
De vosotros es otro tanque… De nosotros, las piedras
De vosotros, la bomba de gas… De nosotros, la lluvia
Sobre nosotros lo que sobre vosotros hay de cielo y aire (Aquellos que pasais)
Con Mahmud Darwish muchos aprendimos a amar a Palestina, el sufrimientos y la resistencia de un pueblo valiente se hizo uno con nosotros, a través de sus palabras, “porque la patria última de un poeta son las palabras”.
Darwish símbolo nacional palestino y de los más grandes exponentes de la poesía árabe también exploró otros temas y también se hicieron poesía, según sus palabras:
“cuando se habla con un poeta americano no se le pregunta por la política norteamericana. Pero comprendo que el problema en mi tierra es tan largo, tan enquistado y tan doloroso que cualquier palestino quiere hacer algo por poco que sea. Pero me niego a que el único tema existente en la poesía palestina sea el conflicto. Es cierto que todo poeta tiene unas circunstancias históricas concretas pero, si es un buen poeta, tiene que abstraerse para ir de lo concreto a lo universal.
Mi última colección de poemas, por ejemplo, trata de las flores de los almendros. Estoy cansado de algunos intelectuales que quieren encasillarme como un poeta político directo” (Entrevista).
“¿Qué artista puede representar sin interrupción el papel de poeta de circunstancias, de poeta comprometido, en el sentido antiguo del término? Si pretende representar ese papel, la ocupación habrá conseguido matar también la poesía.” (Entrevista).
En Darwish se fundieron su vida, su patria, el exilio, la ocupación, y de su vena artística nació el poema rebelde, el que cambia la forma en que vemos al mundo, todo envuelto en una belleza inconmensurable, propia de los grandes que se van pero que se quedan para siempre en sus obras.
Con él se ha abierto una puerta, la de la poesía árabe, y occidente ha entrado por ella.
“Pero la poesía no es como un espejo. Yo escribí una vez que el poema sólo cambia a quien lo escribe. En la poesía también hay una parte de búsqueda personal.” (Entrevista).
No la poesía no es un espejo, la poesía es un reflejo, y la de Darwish refleja la luz interior de la angustia y la esperanza, refleja el coraje y la paciencia de 61 años de Napba.
Mahmud Darwish quería ser considerado un poeta, modesto poeta en sus palabras, pero con su tierra y su patria en su corazón no podrá nunca dejar de ser el Poeta de la Resistencia Palestina.
Cynara
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